Granadilla: Historia, abandono y legado de los Pueblos de Colonización

Fotografía de la Torre del Homenaje de Granadilla
Torre del Homenaje de Granadilla. Fuente: Elaboración propia

Enclavado en un entorno natural único, el pueblo de Granadilla, en la provincia de Cáceres, esconde una historia que, aunque marcada por la tristeza del abandono, también es un ejemplo de cómo el ser humano se adapta y busca nuevas oportunidades en tiempos difíciles. Hoy queremos contarte más sobre este lugar cargado de memoria y sobre los pueblos de colonización que nacieron en su entorno.

El abandono de Granadilla: cuando el agua transforma la tierra

Vista aérea del poblado de Granadilla rodeado por las aguas del embalse de Gabriel y Galán
Vista aérea actual de Granadilla. Fuente: El Confidencial

Granadilla, antigua villa amurallada con raíces medievales, vivió un punto de inflexión en 1955, cuando fue desalojada debido a la construcción del Embalse de Gabriel y Galán. El embalse, creado para aprovechar las aguas del río Alagón, se proyectó como una obra clave para el desarrollo agrícola y energético de la región. Sin embargo, las tierras que rodeaban a Granadilla quedaron inundadas, convirtiendo al pueblo en una península aislada, lo que llevó a su expropiación y al éxodo forzado de sus habitantes.

Fotografía de la Torre del Homenaje rescatada de un grupo de amigos de Granadilla en Facebook. Desconocemos la fecha de esta fotografía
Granadilla antes de ser desahuciada. Fuente: Facebook

Las familias que llevaban generaciones arraigadas en este rincón extremeño tuvieron que abandonar sus casas, dejando atrás no solo sus bienes, sino también su historia y tradiciones. Hoy en día, Granadilla permanece como un pueblo fantasma parcialmente restaurado, un lugar que invita a reflexionar sobre el impacto humano de las grandes obras de infraestructura.

Los pueblos de colonización: el renacer en la tierra prometida

Mural en el que se pude ver a dos mujeres con vestimenta del siglo pasado labrando la tierra y trillando el grano recogido
Nuevos diseños en Pueblos de Colonización. Fuente: Jonatan Carranza (Facebook)

Para compensar la pérdida de tierras fértiles y reubicar a las familias afectadas por la creación del embalse, durante las décadas de 1950 y 1960 se promovió en la zona la creación de los llamados pueblos de colonización. Este proyecto formaba parte del ambicioso plan del Instituto Nacional de Colonización, que buscaba transformar áreas rurales de España mediante la construcción de nuevos asentamientos en terrenos irrigados por los embalses.

Cerca del embalse de Gabriel y Galán surgieron pueblos como Guijo de Granadilla y Zarza de Granadilla. Estas localidades ofrecían a los habitantes desplazados viviendas nuevas, tierras para cultivar y la posibilidad de empezar de nuevo en un entorno planificado y diseñado para el trabajo agrícola. Aunque no todos los antiguos habitantes de Granadilla se trasladaron a estos pueblos, muchos encontraron en ellos una segunda oportunidad para echar raíces y reconstruir sus vidas.

A continuación, te contamos más sobre dos de los pueblos más representativos de esta transformación: Guijo de Granadilla y Zarza de Granadilla.

Guijo de Granadilla: Historia y tradiciones ancladas a la tierra

Fotografía de la fachada frontal de la Casa Museo de Gabriel y Galán.
Casa-museo de Gabriel y Galán. Fuente: Google Maps

Guijo de Granadilla, situado al oeste del embalse, es un claro ejemplo de la planificación urbanística que caracterizó a los pueblos de colonización. Su nombre rinde homenaje al antiguo pueblo de Granadilla, del que muchos de sus habitantes procedían. En sus orígenes, Guijo fue diseñado para convertirse en un núcleo agrícola productivo, con viviendas amplias, parcelas de cultivo irrigadas y un sistema de calles organizadas para facilitar la vida de los colonos.

Un dato curioso es que Guijo de Granadilla ha sabido mantener vivas algunas de las tradiciones culturales heredadas de sus antiguos pobladores, como la gastronomía típica (calderetas y embutidos) y las fiestas patronales dedicadas a San Antón. Su entorno natural, rodeado de dehesas y vistas al embalse, lo convierte en un lugar perfecto para quienes buscan tranquilidad y contacto con la naturaleza.

Recomendación: Si visitas Guijo de Granadilla, aprovecha para recorrer sus alrededores y explorar las rutas que bordean el embalse, ideales para senderistas y ciclistas.

Zarza de Granadilla: Una comunidad que creció con el agua

Fotografía de la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, en la cual se puede ver varias palmeras, el campanario con varios nidos de cigüeñas.
Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción. Fuente: Google

Zarza de Granadilla, otro de los pueblos de colonización más emblemáticos del norte de Cáceres, destaca por ser uno de los mayores núcleos creados durante esta etapa. Su diseño sigue los principios de los asentamientos de colonización: calles amplias, una plaza central que actúa como punto de reunión y un claro enfoque en la actividad agrícola.

Lo que hace especial a Zarza de Granadilla es la forma en la que el agua del embalse ha moldeado su identidad. Desde su fundación, la agricultura de regadío ha sido el motor económico del pueblo, con cultivos como el maíz, el tabaco y los frutales que aprovechan el sistema de riego instalado gracias al embalse. Este desarrollo permitió que Zarza creciera rápidamente, atrayendo no solo a las familias desalojadas de Granadilla, sino también a trabajadores de otras zonas.

Hoy en día, Zarza de Granadilla es una comunidad vibrante y hospitalaria, con un marcado carácter rural y un entorno natural que invita al descanso y la desconexión. Sus habitantes, orgullosos de su historia, siguen transmitiendo el legado cultural y agrícola a las nuevas generaciones.

No te pierdas: La visita a la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, situada en el corazón del pueblo, y las actividades relacionadas con la naturaleza en los alrededores del embalse.

En definitiva: Una visita que conecta pasado y presente

Vista de la calle principal de Granadilla desde el castillo
Granadilla en la actualidad: Fuente: PRUEPA.

Hoy en día, Granadilla es un pueblo cargado de historia y declarado Conjunto Histórico-Artístico en 1980. Gracias a proyectos de rehabilitación, sus calles empedradas, su imponente muralla almohade y su torre del homenaje vuelven a respirar vida, aunque sea como testigo mudo de un pasado difícil.

Si visitas nuestra Casa Rural, no puedes dejar de hacer una excursión a este pueblo detenido en el tiempo. Desde sus alturas, podrás contemplar las aguas del embalse de Gabriel y Galán, cuyo espejo tranquilo contrasta con la historia de desarraigo que dio origen a esta región tal como la conocemos hoy.

Además, te animamos a explorar los pueblos de colonización que se levantaron como símbolo de resiliencia. Cada uno tiene su propio carácter, pero todos comparten la memoria de un capítulo de transformación en Extremadura.

Foto en un rincón del poblado de Granadilla la cual contiene una mesa con tres sillas, así como una serie de azulejos en los cuales se pueden leer nombres de ciudades en latín como "Coria", "Caparra", "Salmantica"
Rincón escondido en Granadilla. Fuente: Elaboración propia.

El entorno de Granadilla y los pueblos cercanos no solo es un destino ideal para los amantes de la historia, sino también para quienes buscan desconectar y disfrutar de paisajes únicos. Podrás sumergirte en este rincón de Extremadura, recorriendo las huellas del pasado mientras disfrutas del presente.

Te invitamos a descubrir esta fascinante historia y a explorar todo lo que la zona tiene para ofrecer. ¡Estamos seguros de que te sorprenderá!

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